
-Buenos días, ¿Hoy lo quieres con dos cucharadas de azúcar o una?
-¿Cómo se te presenta el día?
-¿Vamos a ir al cine esta tarde?
Y por mucho que buscaba el cuerpo del cual procedía la voz no lo encontraba.
¿Por qué seguía escuchando su voz?
¿Por qué me seguía atormentando su recuerdo?
Mi cabeza había conseguido jugarme una mala pasada de nuevo, su recuerdo aún seguía ahí... y las cosas aún me seguían recordando a su presencia.
Tal vez no había conseguido olvidar del todo...
ola¡
ResponderEliminarme gustaa tu blog¡=)
y la entrada¡¡ suele pasarnos muy a menudo..
un beso¡
Bonito pero triste, al final lo mejor es olvidar por completo (:
ResponderEliminarPor cierto, me encantan las imágenes que tienes puestas.
Un beso, gracias por seguirme ;)
Bueno no se puede olvidar, pero no estaria mal dejar de rocordar constantemente y tampoco estaria mal dejar de escuchar voces jaja
ResponderEliminarSaludos hermano, te sigo.