
Me agarra de la mano y pasea junto a mi, me acompaña a muchos sitios a los que voy agarrándome firmemente sin impedir soltarme de ella.
Su mano es fría pero muchas veces me ayuda a pensar, a recapacitar sobre el mundo que me rodea y que muchas veces me asombra con las cosas que ocurren.
A veces me ayuda, otras veces me desgarra...sin duda es buena compañera, pero otras no lo es tanto.
Ahora parece que se quiere soltar, alejarse un poco de mí para dar paso y dejar que otra persona me coja firme de la mano.